Sábado 30 de enero de 1943
Querida Kitty: Estoy hirviendo de rabia, sin poder demostrarlo. Querría gritar, patalear, llorar, sacudir a mi madre, sacudirla bien. Querría no sé qué... ¿Cómo soportar nuevamente, cada día, palabras hirientes, miradas burlonas, acusaciones que como flechas lanzadas por un arco tenso, penetran y quedan clavadas en mi cuerpo? Yo querría gritarles a Margot, a Van Daan, a Dusset y también a papá: "Déjenme en paz, déjenme dormir una sóla noche sin mojar de lágrimas mi almohada, sin sentir que mi cabeza está a punto de estallar y sin que ardan mis ojos. ¡Déjenme marchar, abandonarlo todo, y sobre todo este mundo!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario
redondito de ricota